Las galletas y la inclusión
- Ruben Vega
- 24 ago 2023
- 3 Min. de lectura

¿Cómo hablar de liderazgo inclusivo sin caer en clichés?
Hace unos dĆas en una conversación de carretera mencionĆ© la palabra ĀØinclusividadĀØ y de inmediato mi clienta que iba de copiloto en el vehĆculo, arrugó la cara con sutileza y educadamente me siguió la conversación, hasta que el interĆ©s le ganó a su resistencia hacia el asunto y me pregunta: ĀæA quĆ© te referĆs con liderazgo inclusivo?
Y la conversación siguiente a esa pregunta inspira este artĆculo, ya que al escuchar su perspectiva me hizo entender que la inclusividad ha pasado por diferentes disfraces y como todo en la comunicación, ha sido pintada de diferentes tonos.
Hace pocos aƱitos cuando era niƱa (no es necesario decir cuantos aƱosā¦) en Ć©poca navideƱa siempre aparecĆa en la casa alguna caja de galletas surtidas de esas que venĆan bien empacadas, una caja dentro de un plĆ”stico bien prolijo que al abrirse, se veĆan bien ordenaditas en filitas las galletas, habĆan redondas, alargadas, rectangulares, cuadradasā¦algunas mĆ”s frĆ”giles que otras, por lo cual venĆan en su respectivas canastitas de plĆ”stico o papel, recuerdo el olor de los diferentes sabores mezclados y la sensación al ver los colores y texturas ahĆ servidos en esa bandeja ĀæTe resulta familiar este recuerdo?
Ahora ya de adulta, entiendo que la inclusión funciona como esa caja de galletas, donde por naturaleza ya vienen surtidas y que todas forman parte de la misma bandeja, aunque tengan diferentes sabores.

Uno podrĆa pensar que las galletas redondas no se sienten cómodas junto a las cuadradas, o que las rectangulares no sabrĆan como acomodase, pero la magia para que cada una tenga su lugar en la caja, y su espacio sin maltratarse entre ellas, es esa ĀØcanastitaĀØ que les da su lugar y las hace sentir seguras ĀæPodrĆa nuestro equipo de trabajo funcionar como una caja surtida de galletas? ĀæTenemos la consciencia de crear ĀØesas canastitasĀØ para que cada galleta se sienta parte?
En un mundo imaginario donde cada uno de nosotros es una galleta en esa caja, Āænos sentirĆamos cómodos si estuviĆ©ramos puestos ahĆ en una bandeja unos sobre otros?, lastimando nuestras texturas y quebrĆ”ndonos con el movimiento, porque el movimiento es una constante.
La inclusión es esa acción de crear una canastita para cada galleta, un espacio único donde me siento seguro y al mismo tiempo parte de la caja. Pero esa acción no ocurre sin intención, sucede cuando creamos un punto consciente de partida, cuando tenemos la capacidad de vernos a nosotros mismos sin juicios ni sesgos. Inicia con la decisión personal de abrazar nuestra autenticidad y mostrarnos como somos, porque la manera como respetamos a otros, nace de cómo lo hacemos hacia nosotros mismos.
Entonces ¿serÔ que la inclusión inicia con verme a mi mismo?
Nuevamente la responsabilidad del cambio emerge de creencias personales, de lo que elijo pensar y las acciones que le suceden. La inclusión no es la excepción a esta premisa, va mÔs allÔ de las tendencias en las plataformas de streaming con sus propios discursos sobre el tema, o de la oleada de información que nos envuelven en las redes sociales.
Nuestra responsabilidad como lĆderes es salirnos del pensamiento masivo y des-aprender las creencias sociales que limitan nuestro alcance e impacto en nuestros equipos de trabajo, re construir un concepto de inclusión que de su lugar de importancia y seguridad a cada galleta en la caja.
QuizÔs no estamos de acuerdo con algunos conceptos alrededor de este tema, pero mÔs allÔ de lo que escuchamos o dicen, podemos elegir crear o adoptar un mindset que abrace la seguridad psicológica y que se nutra de las necesidades reales de las personas que forman nuestros equipos de trabajo, mÔs que semÔntica o interpretaciones personales, la inclusión es la herramienta que valida la diversidad ya existente y que nos da a todos un lugar seguro para ser, hacer y crear, al final queremos sentirnos parte de algo y aportar en su desarrollo.
Todos disfrutamos de una caja de galletas surtidaā¦todos queremos pertenecer y ser parte.
Escrito por Andrea Espinoza, consultora de Pura Estrategia
andrea@puraestrategia.com